Parroquia La Milagrosa (Ávila)

sábado, 16 de mayo de 2015

Valientes y confiados (Lunes de la 7ª Semana)


¡Tened valor! Yo he vencido al mundo
(Juan 16, 29-33)

Ahora sí que hablas claro, le dicen por fin los discípulos al Señor. Jesús había sido siempre un enigma para ellos: una persona tan sencilla, tan igual a todo el mundo y, al mismo tiempo, de una bondad y un amor inimaginables y con unos destellos de poder asombrosos. No acababan de entenderlo. Pero, en esta sobremesa de la Última Cena, han escuchado la gran revelación: Salí del Padre y he venido al mundo; otra vez dejo el mundo y me voy al Padre. Ahora sí que está todo claro.

A Jesús sólo se le puede entender desde su punto de origen, que es Dios. Lo mismo que su gran desafío de aceptar la cruz y la muerte tampoco se pueden entender si no es desde su absoluta seguridad de que volvía al Padre. Aquí está la clave para entender a Jesús. E, igualmente, ésta es también la clave para entender nuestra vida: Dios es la fuente de la que hemos brotado y el océano inmenso de vida en el que vamos a desembocar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario