Parroquia La Milagrosa (Ávila)

miércoles, 20 de mayo de 2015

Cerca del corazón (Sábado de la 7ª Semana)


Este es el discípulo que ha escrito todo esto
 (Juan 21,20-25)

Este último episodio del evangelio de san Juan está centrado en la figura del discípulo a quien Jesús tanto quería. Pedro recibió el encargo de pastorear el rebaño del Señor. A Juan, el redactor de este capítulo último lo presenta como el mismo que en la última cena se había recostado en el seno de Jesús. Recostarse en el seno de Jesús es una forma muy expresiva de describir la intimidad del discípulo con su Maestro. También de Jesús decía el Prólogo del cuarto evangelio (Juan 1, 18) que está en el seno del Padre. Son las dos únicas veces que aparece esta expresión.

Unión personal con el Maestro y servicio a los hermanos son los dos rasgos que distinguen a los discípulos. Una sola vocación de amigos y apóstoles de Jesús y dos carismas distintos. Dos formas de seguimiento del mismo Maestro y dos maneras de servir a la comunidad. El servicio de Pedro consiste en velar por la comunidad cristiana. El servicio de Juan consiste en mostrar a esa misma comunidad el ejemplo de una relación privilegiada con Jesús. Y esta misma relación se nos ofrece a todos los que hemos sido llamados por Él.

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