Parroquia La Milagrosa (Ávila)

jueves, 30 de abril de 2015

Recibir la paz (Martes de la 5ª Semana)


Mi paz os doy
(Juan 14, 27-31a)

En la sobremesa de la Última Cena, Jesús deja a sus discípulos el regalo de su paz, que no es una paz como la del mundo. Pero en ese momento, en vísperas de la Pasión, los discípulos no son capaces de recibir la paz del Señor. Por eso, Jesús se la ofrecerá de nuevo después de la Resurrección. Paz a vosotros fue el saludo de Cristo Resucitado en cada una de sus apariciones.

La paz que nos regala el Señor es el resumen de todos los bienes del reino de Dios: se basa en una relación amistosa y filial con Dios mismo que sirve de fundamento a una relación fraterna con los miembros de la comunidad eclesial. Esta paz del Señor no es simple serenidad psicológica ni necesita tampoco las cómodas condiciones de vida que nos proporciona la prosperidad. Menos aún tiene que ver con la paz política basada en el poder, en el dominio o en la guerra. Es una paz del corazón que se apoya en el amor y en la fuerza de Dios, capaz de salvarnos de los mayores peligros, y en el esfuerzo esperanzado por formar una comunidad basada en los valores del reino de Dios. Pidamos al Señor que prepare nuestros corazones para recibir su paz.

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