Parroquia La Milagrosa (Ávila)

domingo, 8 de marzo de 2015

Tejados de cristal (Martes de la 3ª Semana)


El padre no os perdonará si no perdonáis de corazón
(Mateo 18, 21-35)

Las ofensas que padecemos a veces nos afectan hasta el punto de que perdemos el sentido de la realidad. No comprendemos que, sin perdón mutuo, la convivencia es imposible, lo mismo en la familia que en la comunidad cristiana. Tampoco caemos en la cuenta de que el resentimiento que vamos acumulando, al no querer perdonar, nos está haciendo más daño que la misma ofensa que hemos recibido.

Y, sobre todo, como el Señor nos enseña en esta parábola, nos olvidamos por completo de que nosotros mismos hemos recibido un perdón mucho mayor que el que se espera de nosotros. Nuestra deuda está cifrada en miles de talentos -la moneda de más valor de aquella época-, mientras que la de nuestros compañeros o familiares sólo llega a unos pocos denarios. A la hora de perdonar -nos dice Jesús- nunca seremos los primeros. Y siempre saldremos ganando. Además, el Señor ha ligado inseparablemente el perdonar y el ser perdonado.

Así que, ¿como que cuántas veces hay que perdonar al hermano? Todas las que sea necesario, por supuesto. No seamos tacaños con el perdón porque todos, absolutamente todos, tenemos el tejado de cristal y necesitamos que Dios nos perdone, nos cure, nos reconcilie. Y sin esa mano sanadora-recreadora de Dios no tenemos mucho futuro. ¡Cómo para negar el perdón estamos!

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