Parroquia La Milagrosa (Ávila)

sábado, 14 de marzo de 2015

Señales para creer (Lunes de la 4ª Semana)


Anda, tu hijo está curado
(Juan 4, 43-54)

Como no veáis signos y prodigios, no creéis. El Señor se lamenta de que necesitemos signos exteriores para poder creer. Da a entender que su Palabra y su persona han de bastar para caer en la cuenta de que tenemos en medio de nosotros a Dios con todo su amor y poder. A pesar de ello, Jesús no se niega a conceder los signos que se le piden, con tal de que nos ayuden a creer. Porque lo importante es que creamos, que tengamos fe. La fe nos abre nuevos horizontes de vida, nos saca de nuestra desesperación y de nuestra impotencia ante la enfermedad y la muerte, tanto la muerte física como la muerte espiritual. Anda, tu hijo está curado, le dijo Jesús. Y aquel hombre -nos cuenta san Juan- creyó en la palabra de Jesús y se puso en camino.

Éste es el efecto de la fe vivida sabiendo en quién nos hemos fiado: nos pone en camino hacia una nueva esperanza que supera nuestras fuerzas, nos pone en camino hacia nuestros prójimos, en una palabra, hacia nuestra salvación. En el mismo momento en que fue pronunciada, la palabra de Jesús ya estaba produciendo sus frutos. Creer en la palabra de Jesús cambia nuestras vidas, nos salva.

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