Del mensaje del Papa Francisco para la Cuaresma recuperamos estos dos párrafos que se vuelven, para todos nosotros, en tarea y responsabilidad al participar del doble alimento de la Palabra y la Eucaristía:
La Cuaresma es un tiempo propicio para dejarnos servir por Cristo y así llegar a ser como Él. Esto sucede cuando escuchamos la Palabra de Dios y cuando recibimos los sacramentos, en particular la Eucaristía. En ella nos convertimos en lo que recibimos: el cuerpo de Cristo. En él no hay lugar para la indiferencia, que tan a menudo parece tener tanto poder en nuestros corazones. Quien es de Cristo pertenece a un solo cuerpo y en Él no se es indiferente hacia los demás. «Si un miembro sufre, todos sufren con él; y si un miembro es honrado, todos se alegran con él» (1 Co 12,26).
¿Dónde está tu hermano?» (Gn 4,9)
Lo que hemos dicho para la Iglesia universal es necesario traducirlo en la vida de las parroquias y comunidades. En estas realidades eclesiales ¿se tiene la experiencia de que formamos parte de un solo cuerpo? ¿Un cuerpo que recibe y comparte lo que Dios quiere donar? ¿Un cuerpo que conoce a sus miembros más débiles, pobres y pequeños, y se hace cargo de ellos? ¿O nos refugiamos en un amor universal que se compromete con los que están lejos en el mundo, pero olvida al Lázaro sentado delante de su propia puerta cerrada? (cf. Lc 16,19-31).
Índice de reflexiones:
El verdadero ayuno (Viernes después de Ceniza)
ATS de la misericordia (Sábado después de Ceniza)
Cuarenta semanas (Domingo 1º de Cuaresma)
Un amor más grande que nosotros (Lunes de la 1ª Semana)
¿Y tus hermanos? (Martes de la 1ª Semana)
Resistencias (Miércoles de la 1ª Semana)
Llamar a la puerta día y noche (Jueves de la 1ª Semana)
Primero, siempre, la fraternidad (Viernes de la 1ª Semana)
Confiar en la fuerza creadora del amor (Sábado de la 1ª Semana)
ATS de la misericordia (Sábado después de Ceniza)
Cuarenta semanas (Domingo 1º de Cuaresma)
Un amor más grande que nosotros (Lunes de la 1ª Semana)
¿Y tus hermanos? (Martes de la 1ª Semana)
Resistencias (Miércoles de la 1ª Semana)
Llamar a la puerta día y noche (Jueves de la 1ª Semana)
Primero, siempre, la fraternidad (Viernes de la 1ª Semana)
Confiar en la fuerza creadora del amor (Sábado de la 1ª Semana)
Nuestro único título: hermano (Martes de la 2ª Semana)
Por amor nuestro (Miércoles de la 2ª Semana)
Un Dios para tu hermano (Jueves de la 2ª Semana)
He muerto y he resucitado (Viernes de la 2ª Semana)
El reino es fraternidad (Sábado de la 2ª Semana)
Gratuidad que reune (Domingo 3º de Cuaresma)
Verdades como puños (Lunes de la 3ª Semana)
Tejados de cristal (Martes de la 3ª Semana)
Una ley de máximos: el amor (Miércoles de la 3ª Semana)
Nos ha creado hermanos (Jueves de la 3ª Semana)
Entrega sin límites (Viernes de la 3ª Semana)
Puro regalo (Sábado de la 3ª Semana)
Luz que no esconde (Domingo 4º de Cuaresma)
Señales para creer (Lunes de la 4ª Semana)
Encarnación diminutiva (Martes de la 4ª Semana)
Cómplices de Dios (Miércoles de la 4ª Semana)
Íntegros y obedientes (Jueves de la 4ª Semana)
Entrar en el gran misterio (Viernes de la 4ª Semana)
Experiencia de palabra (Sábado de la 4ª Semana)
Tierra en fruto (Domingo de la 5ª Semana)
La misericordia se ríe del juicio (Lunes de la 5ª Semana)
Mirar como Dios (Martes de la 5ª Semana)
Desde las entrañas (Miércoles de la 5ª Semana)
Apenas estamos comenzando (Jueves de la 5ª Semana)
Seréis dioses (Viernes de la 5ª Semana)
Solidarizarse hasta en la muerte (Sábado de la 5ª Semana)
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