Os he dado ejemplo
(Juan 13, 1-15)
La Cena del Señor es el primer capítulo de la Pasión, como lo subraya san Pablo en la Primera carta a los Corintios: El Señor Jesús, la noche en que iban a entregarlo, tomó pan... En la Eucaristía y en la Pasión tiene lugar una misma entrega: Habiendo amado a los suyos los amó hasta el extremo. Va a morir en un suplicio reservado a los esclavos, a los no ciudadanos, a los excluidos de la protección de las leyes: Tomó la condición de esclavo y se hizo obediente hasta la muerte y una muerte de cruz (Filipenses 2,7-8).
Los sentimientos de Jesús son una mezcla de exaltación por haber llegado al momento cumbre de su vida -¡Cuánto he deseado comer con vosotros esta víctima pascual antes de mi pasión! (Lucas 22, 17)-, a ofrecernos la entrega de su persona a cada uno de nosotros en un memorial eterno; y, por otra parte, de miedo ante los sufrimientos que le aguardan.
Mientras tanto, los Apóstoles siguen enzarzados por culpa de su continua ambición: Surgió una disputa entre ellos sobre quién de ellos era el más importante (Lucas 22, 24-28). No acababan de comprender. Yo estoy en medio de vosotros como el que sirve. ¿Lo comprenderemos nosotros?
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